Según el Diccionario de
la Lengua Española el término “perrear” tiene tres significados: 1. Quitar con engaño; 2. Menospreciar a
alguien; 3. Dicho de un hombre: andar con muchas mujeres.
A inicios de la década
de 2 mil, el verbo floreció como jardín en primavera en un género musical que
estaba empezando a robarse la atención de muchos: el reggaetón. Sus letras se
han caracterizado por utilizar inusitadamente este término, al punto de
convertirlo en moda, tanto, que hoy día el estado natural de una buena rumba es
“perreando”.
Cuánta sugestión
produce en una persona el hecho de bailar una canción cuya invitación es
perrear en la cama, en el baile, en la playa, pero lo más triste de todo es que
el gerundio, según el mensaje de las canciones, va dirigido solo a la mujer con
expresiones como: perrea mami perrea, y la RAE es clara cuando la define
especificando “dicho de un hombre…”
mas no “dicho de una mujer…”
En la tarea de examinar
el concepto personal de algunos cantantes de música urbana encontré un epítome
de palabras que analizándolas en profundidad todas giran en torno a una sola
cosa, sexo y baile. Algunas de las respuestas concluyen lo siguiente: “irse a la disco a buscar hombres o mujeres”,
“para nosotros los reguetoneros es la
forma de bailar eróticamente”, “buscar mujeres perras”, “pandearse al momento de bailar”… etc. Lo
particular de los anteriores significados, es que son desconocidos para la
mayoría de las personas quienes no saben a qué se refieren cuando lo expresan.
Mucho se ha dicho sobre
el abuso a la mujer, infinitas marchas y campañas en contra del maltrato de
género toman protagonismo en los medios de comunicación. El respeto ha sido
reemplazado por la violación a nuestros derechos. En alguna oportunidad discutía
este tema con alguien, quien desde su punto de vista afirmaba que la mujer no
provocaba sexualmente a un hombre, es más, una mujer podía sin tapujos salir a
la calle desnuda y esto no es motivo para que la irrespetaran porque era su
derecho a lucir y estar como quisiera. ¿Será que en esta sociedad donde la
mujer es la estrategia de venta más grande de la historia podríamos aplicar el
anterior concepto sin generar polémica?
Estamos saturados de
ver a la mujer desnuda como guerrera sexual en avisos comerciales y
publicitarios que tengan o no que ver con su cuerpo; desde un helado, una
gaseosa o una simple crema necesita hoy día, según los publicistas, a una mujer
desnuda y expuesta en una vitrina de venta, algo en lo que todavía no puedo
estar de acuerdo. Lo más penoso es que a la mujer nadie la está obligando a
hacer una u otra cosa, con ello quiero decir, que parte de los valores que se
han perdido es porque las mujeres lo hemos permitido dejándonos llevar de un
modelo erróneo que la sociedad misma nos ha creado. Llevamos más de una década “perreando”
al son de los nuevos géneros musicales y aún no nos damos cuenta de los
oprobios que acompañan dichas dedicatorias.
Quiero advertir, que no
le estoy lanzando dardos a un género musical en especial, en cambio sí a las
letras de canciones de toda naturaleza y cultura del mundo, a cuyos autores se
le acabaron las ideas arremetiendo con lo primero que se le viene a la mente:
sexo y mujeres, expresando frases como: “acércate
bandida hagámoslo a escondidas” o “ven
nena para fracturarte en la rumba que está muy buena” o ésta aún más
romántica “cuando te conocí anoche, antes
de que abrieras tu hueco, tenía respeto por ti nena…”
La pregunta es, ¿llegará
el día en que nos revelemos unánimemente y exijamos el trabajito de leer a
Pablo Neruda? Mujeres, llegó la hora de la emancipación de género, para elevar
nuestro cuerpo a patrimonio esencial y único del ser.
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